¿Tu rendimiento laboral ha sido afectado sin razón aparente? ¿Te cuesta trabajo concentrarte para poder lograr tus tareas y en el proceso sientes irritabilidad y fatiga? ¿Dudas de manera excesiva de tus capacidades? ¡Posiblemente tienes estrés laboral y/o ansiedad!
Aprende a identificar los síntomas y causas de cada uno, la relación que tienen con la aparición de algunas enfermedades y las medidas preventivas que te permitirán lidiar a tiempo con el estrés laboral y la ansiedad.
El estrés y la ansiedad son dos tipos de respuestas que tiene el ser humano ante situaciones de preocupación y amenaza. Aunque hay quienes usan los términos de manera indistinta, tanto la definición como las causas y síntomas son diferentes.
El estrés es una reacción que tiene el cuerpo ante situaciones de agobio, cambios o desafíos. También es considerado un sentimiento que genera tensión física y/o emocional.
Existen dos tipos de estrés:
Cuando una persona está estresada el cuerpo genera cortisol, la «hormona del estrés». Esta afecta funciones como el sueño, la presión arterial y hace que el corazón lata más rápido. En caso de sufrir estrés a largo plazo, los niveles de cortisol se elevan lo cual provoca inflamación y reducción de los glóbulos blancos.
Si el estrés crónico no se trata adecuadamente puede desencadenar trastornos de la salud mental como depresión.
La ansiedad es un estado de agitación, angustia o preocupación que puede aparecer como reacción ante el estrés o por causas que la persona no puede identificar.
Es normal que este sentimiento de miedo o inquietud aparezca de manera ocasional, pero cuando ocurre de forma intensa, persistente y cotidiana puede tratarse de un trastorno de ansiedad.
Quienes padecen de trastorno de ansiedad tienen con mucha frecuencia sentimientos repentinos de terror o miedo que se pueden convertir en ataques de pánico que interfieren con sus actividades diarias.
Entre los tipos de trastornos de ansiedad se encuentran:
Una persona con ansiedad tiene reacciones difíciles de controlar, el miedo o el pánico son desproporcionados con relación al peligro y persisten por mucho tiempo. Hay quienes empiezan a evitar ciertas situaciones o lugares porque creen que así se mantienen a salvo.
Mientras el estrés es una reacción a corto plazo ante una amenaza o peligro identificable. El estrés puede aparecer ante la necesidad de enfrentarse a un hecho o situación en específico o después de un acontecimiento que impacta la vida de la persona (comúnmente conocido como estrés postraumático).
En cambio la ansiedad no siempre tiene una razón clara que la desencadene y suele durar mucho tiempo. Suele tener un origen impreciso, el peligro no se puede identificar con facilidad y genera una inquietud y angustia constantes.
Tanto el estrés como la ansiedad producen una serie de síntomas físicos, psicológicos y conductuales que pueden influir de manera esporádica o permanente en la vida de una persona. Veamos cuáles son y cómo se manifiestan:
Las reacciones ante las situaciones de estrés son diferentes para cada individuo. Pero hay síntomas físicos, psicológicos, emocionales y cambios de conducta que son muy comunes:
Las personas pueden sufrir ansiedad a raíz de un evento traumático o por causas desconocidas y tener los siguientes síntomas:
El estrés laboral es un tipo de estrés que padecen las personas cuando hay un desequilibrio entre las responsabilidades que deben cumplir y los recursos que tienen a su disposición para lograrlo.
El estrés laboral aparece como consecuencia de la saturación física y mental del trabajador debido a la presión que hay en su entorno.
En el caso de la ansiedad laboral hay angustia emocional asociada a situaciones reales que se pueden anticipar.
Veamos a continuación qué desencadena que una persona experimente estrés laboral y ansiedad en el trabajo.
El estrés laboral y ansiedad también pueden ser factores de riesgo para desarrollar algunas enfermedades, por ejemplo:
Las situaciones de estrés y ansiedad laboral pueden afectar la presión arterial. Si esta condición no es controlada hay mayor riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares, insuficiencia cardiaca, enfermedad renal, infarto de miocardio y aneurisma.
La hipertensión arterial se conoce como una enfermedad silenciosa, pero puedes identificar algunos de los síntomas comunes: dolor de cabeza, cansancio, calor, confusión, vómitos, dolor torácico o abdominal y náuseas.
Los trabajadores que están sometidos a altos niveles de estrés por tiempo prolongado tienen mayor riesgo de padecer diabetes tipo 2.
En esta enfermedad los niveles de azúcar en la sangre son elevados y hay insuficiencia de insulina. Algunos de los síntomas son: sensación de cansancio, aumento de hambre y sed, pérdida de peso sin causa aparente y necesidad de orinar con más frecuencia.
Cuando el estrés laboral y la ansiedad son constantes y no se tratan adecuadamente, los trabajadores pueden padecer depresión. Este trastorno mental produce un sentimiento de tristeza profunda y prolongada, cambios negativos en los hábitos de la vida diaria, pérdida de interés y motivación.
Una persona con depresión laboral tiene cansancio crónico, irritabilidad, le cuesta concentrarse y se ausenta con frecuencia.
La mayoría de las personas en algún momento pasamos por situaciones estresantes en el ámbito laboral. Hay una serie de cambios en el estilo de vida que permiten lidiar con el estrés y la ansiedad, pero en caso de que los síntomas empeoren es muy importante buscar atención médica para obtener ayuda profesional, ya sea de parte de un especialista en salud mental o un doctor de cabecera.
Desafortunadamente, la mayoría de las personas subestiman el efecto que pueden tener el estrés y ansiedad en la salud mental y vida diaria. Es necesario estar atentos a las señales que transmite nuestro cuerpo y atenderlas antes de que la carga emocional, física y mental se desborde y afecte el ámbito personal y profesional.
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