Tal vez estés escuchando estos términos más seguido mientras paseas por LinkedIn o Twitter y todavía no sabes a qué se refieren exactamente. O tal vez ya estás más que familiarizado con ellos pero piensas que son lo mismo. En cualquier caso, estamos aquí para explicarte y dejar de confundirlos de una vez por todas, porque solo así entenderemos el impacto que tienen en el mundo de la tecnología o salud.
Como en concurso de televisión, la pregunta fácil por delante. Y es que “insurtech” es el resultado de la abreviatura de “Insurance Technology” o en español “tecnología de seguros”, que engloba a todo el sector que usa nuevas tecnologías en la industria de los seguros para aumentar la eficiencia de sus operaciones y agilizar sus procesos.
Ésta es la que más nos gusta porque se refiere a una empresa que ofrece soluciones tecnológicas para mejorar la calidad de vida de las personas a través del tratamiento, diagnóstico y prevención de enfermedades. Fácil, ¿no?
Nos encantaría decirte que con pilas o con ponerle una moneda, pero como son conceptos bastante nuevos y en constante evolución es más complicado que eso por la variedad de tipos de tecnología que usan. Estos son solo los principales:
Este tipo de tecnología, lejos de lo que Terminator o Robotina nos ha hecho creer, va enfocada al beneficio que recibe tanto la aseguradora como los usuarios, al implementarla en procesos relacionados a la evaluación de riesgos, detección de fraudes, reducción de los errores humanos en el proceso de solicitud y agilización en la atención de quejas; como pueden ser los chatbots que ya todos conocemos.
Cuando hablamos de este término nos referimos a una subcategoría de la IA, que como sugiere el nombre, es una tecnología que permite a las máquinas "aprendan" con el tiempo y de forma automática, pues utiliza algoritmos para imitar a las redes neuronales del cerebro humano. Es decir, el aprendizaje automático permite que las computadoras adquieran conocimiento al extraer patrones de datos sin procesar en lugar de seguir instrucciones específicas.
Sé que varias personas aquí hemos sentido últimamente esa adrenalina esperanzada al abrir un nuevo sobrecito de estampas del mundial pensando que es posible que salga Lío y Cris en el mismo, lo cual en realidad es muy poco probable, y que eso no va a ser diferente aun cuando abramos 1000 más. Esa frustración la podríamos evitar si conociéramos el número de estampas fabricadas y distribuidas por nuestra zona; el método con el que se asigna el orden de las estampas en cada sobre o cada cuántas cajas aparecen cada uno de ellos; para poder predecir la probabilidad; medir las consecuencias financieras de comprarte tantos sobres o ver si ha funcionado hasta ahora el que tengas 10 veces repetido la misma estampa.
Pues algo así sucede con el Big Data, ya que este es un proceso que realiza el análisis de grandes volúmenes de datos, tanto estructurados como no estructurados, que extrae de diferentes bases y fuentes. Estos análisis, generan información muy valiosa que se puede aplicar en diferentes áreas de una insurtech, como por ejemplo en marketing, actuaría, compliance, finanzas, atención al cliente, ventas y más.
¿Qué cosas? ¿Qué internet? Así nos sentimos varios al escuchar esto por primera vez, pero no te preocupes, de manera concreta, son una red de dispositivos conectados y también a la tecnología que facilita la comunicación entre esos dispositivos y la nube o solo entre los propios dispositivos, recopilando también datos para un mejor funcionamiento. Por ejemplo, en los sectores insurtech y healthtech, los datos recopilados de tecnología portátil como relojes inteligentes se pueden usar para analizar patrones de riesgo para la salud.
La cereza del pastel de todo este mundo de pilares tecnológicos son las apps móviles, ya que juegan un papel importante en la interacción con los usuarios y sus necesidades. En el caso de las insurtech o healthtech, las apps ayudan a agilizar el proceso de contratación, la solicitud de servicios de telemedicina y la atención inmediata. Además, déjame decirte que no hay una más bonita que la de Sofía, opinión no muy imparcial pero sí muy sincera.
¿Una insurtech es una aseguradora? ¿Una aseguradora es una insurtech? ¿Pueden ser healthtech o viceversa? La verdad es que más que una pregunta existencial, es una excelente duda porque actualmente en el mercado mexicano existen diversas opciones que no necesariamente coinciden unas con otras.
Es decir, por el lado de las insurtechs podemos encontrar empresas dedicadas exclusivamente a la intermediación para la cotización y contratación de seguros así como a los servicios de asistencia vial, de movilidad y de salud que puedan brindar a las aseguradoras para mejorar sus servicios de atención; o incluso las que ofrecen servicios de prevención de fraudes y riesgos en el sector asegurador.
En el mundo de las healthtechs tenemos a aquellas empresas enfocadas a dispositivos médicos, servicios de atención médica, telemedicina, farmacias online, directorios médicos, entre otros.
Por otra parte, en el mundo de las aseguradoras, podemos encontrar una gran mayoría de instituciones de seguros que ofrecen coberturas y servicios que aún no enfocan sus esfuerzos a explorar esta parte tecnológica con el fin de eficientar procesos, pero que sin duda ha ido creciendo en años recientes. Por lo tanto, aunque puedan tener similitudes no significa que sean iguales.
El hecho de que existan proyectos y empresas en cada concepto, no significa que no puedan haber más opciones que sí reúnan los requisitos para poder obtener la etiqueta de “insurtech” y/o “healthtech” y ser una aseguradora al mismo tiempo, que en realidad eso sería lo ideal.
En el caso de Sofía, podríamos considerar que sí cumple con todas ellas pues es 1 de las 10 Instituciones de Seguros Especializadas en Salud que existen en nuestro país, esto significa que cuenta con la autorización y supervisión de la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF), así como de la Secretaría de Salud, para ofrecer Seguros de Salud en todo el país. Y además, al ser una empresa de salud y tecnología, reúne e implementa distintos tipos de tecnología que caracterizan a una insurtech y a una healthtech.
Así que no importa tanto si prefieres ver a Sofía más como una insurtech, una healthtech o incluso como toda una purplehearttech, sino que sepas que todo esto es con el fin de impulsar el cuidado de nuestra salud a través de las maravillas que nos da esta era tecnológica.
Respuesta corta: no. La realidad es que, aunque son sectores que coinciden desde el punto de que provienen de servicios financieros, y cuentan con una supervisión en común a través de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), al día de hoy en México cada una tiene su regulación, empezando porque las fintech son autorizadas y supervisadas por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), mediante la Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera (Ley Fintech) y su regulación secundaria. Al mismo tiempo, el sector insurtech puede ser supervisado principalmente por la CNSF y la legislación del sector asegurador. Y por último, el healthtech podríamos enfocarlo más al sector salud vigilado por la Secretaría de Salud y su amplia regulación.
Aunque la evolución del sector va por buen camino, los retos que tenemos por delante son varios. Todavía falta crear productos y servicios más personalizados, mejorar los tiempos de respuesta y atención, promover el desarrollo y uso de la telemedicina para reducir barreras, impulsar el cuidado de la salud temprana, acelerar la inclusión financiera y reducir la brecha digital que hay en México para que más personas puedan acceder a estos servicios; terminar con mitos, tabúes y miedos relacionados al uso de medios electrónicos así como al acceso a los servicios de salud y lograr que la regulación avance al mismo ritmo que las necesidades del sector, por mencionar los más importantes.
Así que hay un largo camino por recorrer tanto para el sector como para Sofía pero estamos seguros de que ya empezamos ese cambio y lo único que queda es ver cómo esa evolución crece a pasos agigantados. Como participantes y espectadores, nos emociona muchísimo lo que está por venir.
Fuentes: